viernes, 19 de noviembre de 2010

Una Niña muy jodida que nos propone acciones prácticas.

Jorge Iván Ballesteros Toro

18-Nov-10


Colombia está afrontando actualmente una de las temporadas invernales más fuertes de los últimos años por causa de la Niña. Un fenómeno que se caracteriza por temperaturas muy frías sobre el océano pacífico tropical y que provoca, para el caso de nuestro país, una temporada invernal que perdura por un largo periodo.


El Ministerio del Interior y de Justicia a través de la Dirección de Gestión del Riesgo, ha informado que debido a la influencia del fenómeno de la Niña, a la fecha (18-Nov-10) 1 millón 200 mil personas han resultado afectadas por desbordamientos, inundaciones y deslizamientos en 561 municipios de 28 departamentos.


De igual forma, 136 personas han perdido la vida, 205 han sufrido heridas y 20 más fueron reportadas como desaparecidas. El departamento de Bolívar con 264 mil afectados es el más perjudicado, seguido por Magdalena con 161 mil, Córdoba con 151 mil y Sucre con 107 mil afectados. Departamentos como Chocó y Antioquia también registran altas cifras, con 88 mil y 76 mil afectados respectivamente.


Por su parte el IDEAM pronosticó que en los próximos días las lluvias se intensificarán en la región andina, debido a un sistema de nubes proveniente del suroriente del continente.


Lo anterior pone en evidencia que debemos realizar acciones para la protección del medio ambiente y con ello generar beneficios directos para los seres humanos, pues las cifras que muestra este fenómeno están impactando negativamente los humanos.


Alguien en una conferencia dijo “es el humano el que dividió el río y no el río el que dividió al humano”. Estas palabras ponen en evidencia que somos los responsables directos de los hechos que se presentan, pero a su vez somos nosotros mismos, los Homosapiens sapiens, los que debemos buscar acciones para prevenir, en lo posible, que este tipo de fenómenos, que serán cada vez más recurrentes debido a nuestras acciones y actividades, impacten de un modo pasivo y menos severo.


Entre las acciones que podemos realizar para minimizar los gases efecto invernadero que provocan el cambio climático y el cual acelera la reacción del fenómeno de la Niña, está el dejar el carro en casa y utilizar más el transporte público y los medios de transporte no motorizado como caminar y desplazarse en bicicleta.


En medio de la tragedia y buscando acciones propositivas, la temporada invernal ha mostrado que caminar y moverse en bicicleta ha sido más práctico para desplazarse de un lado a otro.


Fotos: varias fuentes.




lunes, 25 de octubre de 2010

La Infección del Ciclismo Urbano !!


En los contextos de cada pueblo, ciudad y territorio en América del Sur y en cierta medida en el del Norte se vislumbra una carrera que ya tiene por una parte desgastada a la ciudadanía y por otra parte los gobiernos se ven superados por la dinámica de sus propios conflictos internos que día a día demandan una suerte de Closer o cierre a como de lugar de los problemas.


Es en esa dinámica que la telaraña de Internet hace estragos que no han sido dimensionados y en que estamos en presencia de un nuevo virus en que un gran contingente de websites están alimentando en el Ciclismo un desmesurado interés por ser o sentirse parte de algo o de alguién ! en que se declaran adjetivos y calificativos de magnificencia, apoyos, animós y toda suerte de parabienes; pero en las praxis de enfrentar los problemas reales, de contingencia diaria y de conocer realmente de los temas para poder hablar en propiedad, allí toda esa suerte de plataforma cae estrepitosamente como un juego de naipes.


Cada plataforma y sus respectivas directrices, y los que por una parte son nuevos en los temas de ciclismo y bicicletas y los que ya tienen un bagaje, conocimiento y expertisé, se ven enfrentados al desgaste de ver como ciudadanos de la más diversa indolé entran a tañar en cosas y conceptos que no son de su dominio con el pretexto de participación ciudadana corriendo el eje focal del activismo o defensa en temas de bicicletas hacia un mal entendida Promoción y Defensa de la Bicicleta por el sólo hecho de que así lo consideran ellos/as, por que les bajó un inmenso amor de golpe y porrazo con el vehículo - bicicleta y se autoinfieren en nombre de muchos/as cosas en las cuales la ciudadania jamás los ha empoderado, pero la gente o ciudadano común al no poder distinguir entre quienes efectivamente lo son, apoyan so presa de pasar por no ayudar a colocar en los medios; informaciones carentes del sustento técnico para las mejoras que se pretenden y por otra dejar la sensación de que se está haciendo bién el trabajo.


Es como una loca carrera por demostrar que son cool, proactivos, dinámicos, tomadores de desiciones y que lleven a golpe de pedal los temas de bicicletas, pero allí quedo el Germen !! enquistado en los cerebros de quienes desean ser vistos en la cima, orgullosos, el ego a su máxima expresión, vip totales; pero en el Ciclismo Urbano no se requieren a costa de la BICICLETA ser adulados o ensalzados, ello esta fuera de toda lógica, cuando se traspasa ese umbral ya deja de ser Ciclismo Urbano para entrar a categorías de asociaciones de amigos, empresas de bicicletas, fundaciones, corporaciones, ongs etc.


Mientras tanto contingentes de hombre y mujeres, comprometidos con la Causa de la Bicicleta y sin que medien financiamiento de por medio, realizan un trabajo en aras de los ciclistas y el ciclismo en tiempos, pausas que permiten ir configurando un desarrollo de la bicicleta en forma natural y no provocada o precipitada (forzada) como se ve a través de situaciones mediáticas y donde se pierde el objetivo focal en la Movilidad, y donde sigue expandiendosé el IMOSFRE = Imperio Motorizado Sin Frenos a vista y paciencia de muchos/as; y luego no pueden allí dar una coherencia a su actuar quienes dicen velar por los derechos del ciclismo.


Más que una reflexión, es un llamado a enfocarse en el verdadero problema y no transformar el Ciclismo Urbano y sus derivados en Clubes de Tobi !!

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Ricardo Jerez Aura / Ceo Director Velosantiago

Defensa de La Bicicleta, Modos No Motorizados

Coordinador Masa Critica / Metropolitano

C H I L E

martes, 28 de septiembre de 2010

CiCLeadas, más y más CiCLeadas

Por: Jorge Iván Ballesteros Toro

"La capital de la montaña en el valle de Aburra, una ciudad donde las flores viven una eterna primavera"

Y continúan, y se mueven, y gozan, y vibran, y giran, y ríen, y sueñan, y meditan, y animan. Mientras pasan los otros se miran y miran, se preguntan y preguntan, se acercan, acercan y se suman; Por qué será?


Por allá en el siglo XIX hubo un invento que revolución gran parte de lo que conocemos hoy día. Ese invento de dos ruedas sin motor que dio origen a la rueda de Chicago, que impulso máquinas por los aires y máquinas agitadas de 2 o 4 ruedas terrestres, y otros inventos más, se propuso con la ayuda de San Pedro Santo recorrer la ciudad dominada por las máquinas agitadas. Una noche del 22 de septiembre de 2010, en conmemoración del día mundial sin máquinas agitadas “carros”, con la luna como antesala de una buena CiCLeada, se encontraron las SiCLas para recorrer a puro Contrapedal en un espacio de fiesta, en un BiciParty.


Ahí estaban los caballitos de acero, antiguos y nuevos, limpios y sucios, pero ahí estaban. Llego uno, y dos y tres, hasta 38 jinetes. Buen número para ser la primera CiCLeada. Viajamos desde la costa de Barranquilla, pasando por un punto Cero a la visita del expresidente Carlos E, luego cruzamos por la 65 y cogimos un Hueso para el Estadio, hasta la vieja gloria de los 70, y fue ahí cuando los Laureles sonaron y apareció una vieja gloría, no la del corresponsal, esta si una vieja gloría del ciclismo, nuestro Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, quien se paró de la silla y pronunció “hagamos un día sin carro” y “Cuenten conmigo para la próxima”, eso sí, todas y todos lo saludamos y luego vinieron las fotos y los autógrafos. Después más pedalazos y la CiCLeada siguió por un Jardín, luego por una antigua de 76 y 80 hasta terminar en la Villa de Aburrá.


Un viaje que contó con paleteros, fotógrafos, gps y botiquín para bicis como se vio en el Estadio. También llego el GreenPeace con lapicero y formato recogiendo firmas para apoyar proyectos en Colombia, como el dedicado a la protección de los páramos. De la CiCLeada quedan buenas notas, como el gesto de todas la bicis ubicadas en el centro de la plazoleta de la Villa de Aburra, el aplauso de tod@s por el goce y disfrute, el reconocimiento de la ciudad, el apoyo de varios conductores en la vía y las miradas sesgadas de unos, los semáforos en rojo que nos pasamos y los que estaban en verde que respetamos, la fila de dos que hicimos cuando viajamos de Barranquilla hasta donde el expresidente Carlos E, el tiempo mínimo de los semáforos para el cruce de los ciclistas, el mal estado de algunos tramos de la cicloruta, la basura que gente inescrupulosa deja sobre la cicloruta (como se observó sobre la 70), la necesidad de un programa para la promoción de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad y otras cosas más que se irán construyendo y consolidando, es cuestión de tiempo.


De la primer CiCLeada un gran aplauso, la buena vibra del saludo entre ciclistas, el ánimo, la alegría, el disfrute de la ciudad y el poder volar y soñar con cada pedalazo. Pronto, la bicicleta y su jinete, dotados de ingenio gritarán “CiCLeadas, más y más CiCleadas”.

sábado, 17 de julio de 2010

La bicicleta en la historia y la historia de la bicicleta


Por: Alejandro Scarpeta

El Siglo. Bogotá, Domingo 17 de enero de 1988. Página 3.


Hay que reapropiarse de los centros urbanos. Es necesario liberara nuestras calles de los millares de automóviles que con sus gases venenosos, su ruido y velocidad, están complicando aún más nuestra agitada vida. Estas aseveraciones resumen el sentir de millones de italianos, autoridades incluidas, que se sienten sucumbir ante la avalancha de tráfico, y que ven como, además de las personas, se van envenenando y deteriorando los testimonios de su rica historia y de su esplendoroso arte.


Palacios, fuentes, estatuas, calles, monumentos y ruinas, se ennegrecen por acción de los gases contaminados que expelen miles de exostos a todas horas y en todos los rincones de ciudades italianas.


Las personas, son mayormente afectadas porque, no solamente están obligadas a respirar el envenenado aire, sino que también reciben el impacto del estruendo de los motores y de los pitos; y en forma casi inconsciente, imponen a sus actividades un acelerado ritmo automotor para el que, ni cuerpo, ni cerebro, están diseñados. Los resultados no dejan de esperarse: serios daños en el sistema nervioso, úlceras, infartos, cefaleas y complicaciones del aparatos digestivo. En el plano superior: neurosis, depresión, angustia, exasperación, complejos de culpa y por todo esto, deterioro de las relaciones interpersonales. En fin, muchísimos males que hacen de la diaria existencia un castigo verdadero.


De algunos años hacia acá, varias administraciones de distintas ciudades italianas, han tratado de establecer islas peatonales, sobre todo en aquellas zonas de las urbes consideradas centros históricos o de patrimonio artístico. Desafortunadamente, los resultados nunca han sido lo que se esperaba y lo máximo que se ha logrado conseguir con el veto de los automóviles es que los centros de las grandes ciudades se hayan llenado de motocicletas, que son, en definitiva, tan contaminantes y mucho más ruidosas que los automóviles.


Tradición ciclística


Hace una década, sin embargo, los italianos, como todos los demás europeos, se vieron en la obligación de buscar medios alternativos de transporte. Con el embargo del petróleo determinado por los productores árabes el gobierno estableció estrictas medidas de emergencia que los ciudadanos tuvieron que entender. Fue en ese momento de crisis, cuando Italia volvió la vista a un viejo y casi olvidado medio de locomoción: la bicicleta.


Italia es una de las naciones con mayor tradición ciclística. Sus fabricantes de bicicletas son famosos en todo el mundo. Sus diseños y la continua búsqueda de nuevos materiales le han colocado a la vanguardia en la producción y la venta mundial; y son muchos los italianos que han dado gloria al deporte del ciclismo, como el legendario Fausto Coppi o el más recientemente Francesco Moser.


Pero no es solamente en esto donde radica la tradición ciclística ítala. A todo lo largo de la primera mitad de este siglo, el “Caballito de Acero” se constituyó en importante objeto de la vida italiana. Campesinos y ciudadanos se servían de su comodidad para transportarse o se ganaban la vida con ella. Recordemos el valioso testimonio del director de cine neorrealista Vittorio de Sica, quien en la película “Ladrones de Bicicletas”, filmada en 1948, plantea el desastre que significa para un hombre el robo de este aparato que es su único medio de subsistencia. “Ladrones de Bicicletas” seguirá siendo un clásico del cine, pero el “Caballito de Acero” ha sido relegado a un apartado lugar. Según estadísticas, en Italia hay 20 millones de bicicletas, una cifra considerable que no significa nada visto que la mayoría de estos aparatos permanece quieta durante casi todo el año.


Por la reivindicación de la bici


No obstante hay buenas noticias. Con el auge de la consciencia ecológica y gracias al impulso de la administración pública y al interés de los privados, se ha dado inicio a un plan, a gran escala, que pretende reivindicar el uso de la bicicleta como medio de transporte y como paso vital para apoyar los planes de protección del patrimonio italiano.


La iniciativa que ha tenido gran acogida por parte de la ciudadanía, ha resultado en el desarrollo de toda suerte de eventos para alegría de los cultores del ciclismo, quienes a pesar del frío, la lluvia y el viento salen cada vez con más frecuencia, festejando a pedalazo limpio la lucha del viejo y amado velocípedo contra el invasor automóvil. Y los eventos en torno al tema se multiplican.


El 24 de noviembre, por ejemplo, la casa Cinelli junto con el productor de superbicicletas Gianni Vettore abrió exposición de un mundo de maravillas para el ciclista de los años noventa. Otro acontecimiento, que es causa de enorme expectativa es la presentación de la bicicleta de carreras de la casa Ferrari. Con el ingreso de una de las más famosas industrias de automóviles del mundo al universo ciclístico, se abren, ciertamente, nuevas e interesantes perspectivas para el futuro ciclismo.


La bicicleta desde hace 23 siglos


Esto era de esperarse. No en vano ha sido una de las más revolucionarias creaciones humanas cuya historia no es tan reciente como se pueda creer.


De hecho, en un jeroglífico del tempo de Amon den Luxer, correspondiente a la época del mayor esplendor egipcio, se ve a un hombre sentado sobre una barra sostenida entre dos ruedas. Y 23 siglos antes de Cristo, en China, el “Dragón Feliz” se transportaba sobre ruedas de bambú. Muy posteriormente el genial Leonardo DaVinci diseño un vehículo a dos ruedas que se movía gracias a la fuerza de una tercera rueda dentada.


Ninguno de estos, empero, era el momento histórico de la bicicleta que sólo podía nacer en el siglo de las luces, cuando toda la inteligencia europea se volcó con fervor a buscar la felicidad humana con el auxilio de la máquina.


El primer intento moderno de la bicicleta fue realización del conde de Sevrac quien en 1790 ideó el velocífero. En 1818, el barón alemán Vor Sauerbroun creó la draisina; y un año después, los italianos Sangiorgi y Casalini presentaron el velocimano que se movía a fuerza de brazos. En fin, en 1855 el francés Michaux aplicó el pedal a la rueda anterior desmesuradamente grande, hasta cuando el inglés Sargent igualó el tamaño de las dos ruedas y aplicó la transmisión a cadena. A partir de ese momento la fantasía de la humanidad se desencadenó, aun cuando hay que anotar que antes de ser vehículo popular, la bicicleta fue durante mucho tiempo enemiga del pueblo y, sobre todo, del orden constituido.


La bicicleta nació como accesorio elegante, usado por aristócratas, excéntricos y artistas. Los afiches de la época la enmarcan en encuentros mundano, como las carreras de caballos, en donde daba cita lo más granado de la sociedad. Pero, además, el invento revolucionó la moda, dio nacimiento a muchísimas nuevas tendencias, sorprendentes varias de ellas, pero que habrían de influenciar y determinar las épocas que vendrían.


Pero volvamos a lo que sucede en Italia por estos días. Desde el 23 de noviembre y hasta finales de la primavera del año próximo, la firma industrial Ansaldo pondrá a disposición del público un amplio pabellón, en donde tendrá lugar la exposición “El hombre a dos ruedas” que seguirá la historia de la bicicleta desde sus orígenes hasta nuestros días.


Replantear la filosofía sobre ruedas


La exposición está dividida en cuatro secciones determinadas. La primera está dedicada a la historia, el arte y la literatura en torno a la bicicleta; la segunda, presenta la bicicleta como distracción y deporte; en la tercera sección, se ven los aspectos de la función social de la bicicleta; y la cuarta, en fin está dedicada a la moda, la decoración y el diseño, siempre con referencia al ciclismo.


En la tercera sección de la muestra, hay un sector dedicado a la bicicleta y la mujer que vale la pena destacar, visto que presenta la función que desempeño el “Caballito de Acero” en el proceso de emancipación femenina.


Con la exposición de la Ansaldo en Milán y todos los demás eventos que se llevan a cabo en Italia nos preguntamos ¿logrará la bicicleta constituirse en símbolo y objeto de una vida urbana más humana? Italia no es Holanda, en donde el ciclismo es espontáneo, ni China, país donde la bicicleta da un “Status”. Sin embargo, cuando recientemente la alcaldía de Milán puso centenares de bicicletas a disposición de los ciudadanos, estas fueron acogidas con furor. Y en Roma se ven cada vez más personas de todas las edades pedaleando. En resumen Italia reproduce el uso de la bicicleta y replantea la filosofía sobre ruedas. Los italianos responden.


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Ese simpático adminiculo de dos ruedas que, entre otras cosas, tiene por finalidad movilizarse, está infinitamente ligado a la idiosincrasia del pueblo colombiano. No en vano Lucho Herrera es más querido y conocido que el Presidente de la República.


jueves, 1 de julio de 2010

Pereira, un Uno de julio a las 10:35 en Invico.

Por: Jorge Iván Ballesteros Toro (01-Jul-2010)

Las señales de tránsito se realizaron para respetarlas, para “prevenir” que suceda un mayor número de accidentes, eso creo, o creía hasta las 10:35 hrs del Uno de julio de 2010. Ahí estaba, sobre mi bici a un metro de la acera, esperando el cambio del semáforo en el cruce del sector de Invico, pero en un instante, el espacio de ese sitio cambio.

Dos Colombianas, por su fenotipo, dos mujeres Emberá de 60 y 10 años aproximadamente, cruzaban como peatones de occidente a oriente desde la Av. Circunvalar en dirección hacia la iglesia San José. La señora cogía la mano derecha de la niña, mirando a lado y lado, en una carrera para evitar ser atropelladas en esta selva de cemento. En este espacio tiempo, en dirección norte a sur por la calle 14, un carro de tipología taxi aceleraba mientras varios semáforos estaban en rojo. Fueron 2 a 4 segundos ¡ufff…! ¡Pum…! ¡Crasch…! La señora y la niña cayeron sobre el pavimento, el carro con su bomper arrugado se detuvo. Dos personas inmóviles.

La reacción no se hizo esperar, peatones y ciclistas que estaban alrededor acudieron al instante para brindar auxilio “Están vivas, súbanlas a un carro” “No las muevan que puede ser peor, esperemos que llegue la ambulancia”, “- Ya llamaron la ambulancia. – Sí, sí…”. Minutos de tensión, llamadas y llamadas de auxilio, rodeo y preguntas “¿Qué pasó?”. Al mismo tiempo el tráfico de carros era inquieto, sus conductores vislumbraban algún tipo paranoia y psicosis, en su manía esquizofrénica hacían resonar las bocinas de sus carros, pitos y gritos “déjeme pasar que voy de afán” “por ahí cabe el carro, déjeme pasar” pitos y más pitos, “¿Qué pasó?”, poco o nada se inmutaban por el suceso. Mientras ciudadanos de verdad auxiliaban a las víctimas, los otros, en sus carros embestían a las víctimas y quienes estábamos auxiliando. Signos vitales, las dos mujeres seguían con vida.

A los 5 Minutos del accidente arribó la Policía y los Guardas de Transito, y a los 10 minutos una ambulancia de la Cruz Roja llegó y realizó la atención, cuellos ortopédicos, camillas, ambulancia. Hacia alguna clínica. Por fortuna las dos mujeres subieron a la ambulancia con vida, esperemos el trauma no pase a mayores y su recuperación sea positiva.

De estos hechos quedan preguntas ¿Quién tiene más prelación en la vía, un carro o un peatón? ¿Quién es el más beneficiado en la vía según el Código de Tránsito –Ley 769 de 2002-? ¿Cómo estamos educando en el respeto a las señales de tránsito? ¿Cómo están operando los centros de enseñanza para formación de instructores y conductores? ¿Bajo qué condiciones se entrega una licencia de conducción? ¿Cuáles son los hábitos de conducción de los conductores en la vía? ¿Cuáles son las trampas de la velocidad? Y vale la pena señalar ¿Cómo y para quién estamos construyendo nuestras ciudades? Ciudades para los carros o ciudades para la gente.

jueves, 20 de mayo de 2010

Alza de precios del Transantiago: predominancia de la mirada economicista

Tomás Marín T.[1]


El incremento de las tarifas para los usuarios de Transantiago, y el anuncio de que las alzas continuarían hasta octubre, ponen en tela de juicio la estrategia asumida por el gobierno para solucionar el problema del transporte público capitalino, pues olvida que éste, en primer lugar, es movilidad para la equidad.


El alza respondería a los problemas financieros del sistema, que arrastra un déficit cercano a los 300 millones de dólares. Se culpa de ello principalmente a la alta tasa de evasión, pero también a malos contratos con los operadores y la existencia de recorridos “ineficientes”.


Los problemas financieros de Transantiago son evidentes y necesarios de subsanar. Sin embargo, me parece que la respuesta del gobierno no es la adecuada, pues se enfoca excesivamente en el aspecto financiero, dejando de lado las consideraciones sociales y medioambientales que originalmente llevaron a modernizar nuestro transporte. Preocupado por descargar los gastos del Estado, y transferirlos directamente a las personas, el gobierno está olvidando el problema original que Transantiago salió a enfrentar.


La movilidad es un derecho y los sistemas de transporte público permiten ejercer ese derecho a quienes menos tienen, quienes no tienen auto. Por otro lado, el transporte público es más amable con el medio ambiente, pues moviliza a más personas generando menos emisiones. Por lo tanto, Transantiago nace para fomentar la equidad, y en segundo lugar para descontaminar y descongestionar nuestra ciudad. Es decir, está enfocado principalmente hacia los más pobres, que además se desplazan contaminando menos.


Sin embargo, permitir el alza sostenida del boleto es una medida que atenta contra esta situación. Aumentando la tarifa se desincentiva a la gente a usar un transporte público que nació con una impronta negativa. Muchos evaluarán comprar un automóvil barato, que es más cómodo, y cuyos costos se acercan cada vez más a los de usar Transantiago. Un problema común en la implementación de las políticas públicas es reformar olvidando el objetivo original. En este caso, saldar el déficit cobrando más, con el objetivo de reducir a un tercio el aporte público al 2014.


Por otro lado, se va abiertamente contra la opinión pública, pues la ciudadanía no tomará con alegría el tener que pagar más por un sistema que aún no es evaluado positivamente. El influjo de la opinión pública y de las organizaciones ciudadanas en las políticas de gobierno, aquí parece no aplicarse. Habrá que ver qué respuesta tendrá la ciudadanía, pues una cosa es aprovechar la mejoría en la evaluación pública para realizar cambios impopulares, pero otra es mantener esta decisión bajo protestas y manifestaciones, como ya comenzaron los estudiantes.


Lo que tenemos aquí es la imposición de un paradigma racionalista y economicista, más preocupado por terminar con la evasión (que precisamente es mayor en las comunas más pobres y alejadas de la ciudad, como San Bernardo y Puente Alto) que de contar con un sistema justo y sustentable.


A modo de ejemplo, el Ministro Morandé señaló que los servicios nocturnos y en horario valle se ampliaron sin buscar eficiencia. Sin embargo, como respondió Cortázar, todos los sistemas de transporte deben tener algunos servicios que no son financieramente rentables, pero que “deben existir, porque la ciudadanía los necesita”.


Esta tendencia a imponer los criterios técnicos y económicos por sobre los políticos y sociales es de larga data en nuestro país, y se ve reflejada en el predominio casi sin contrapeso de Hacienda y la Dirección de Presupuesto. Sin embargo, existen ciertos servicios públicos de los que no se puede excluir a las personas, y la libre movilidad es una de ellos. En estos casos, los costos no pueden caer con tanta fuerza en las personas, pues es el Estado el que debe asegurar el acceso.


Subir la tarifa y enfrentar la evasión con multas es un despropósito, y oculta un mirada ideológica que no contribuye a tener una ciudad más limpia ni a garantizar un transporte más equitativo, sostenible y expedito.


[1] Investigación y Comunicaciones. Ciudad Viva - Centro de Transporte Activo. Domínica 14, Barrio Bellavista - Santiago de Chile. Tel: 562 737 3072 - Skype: tmarint. Email: tomasmarin@ciudadviva.cl. Web side: www.ciudadviva.cl - www.sustranlac.org

martes, 11 de mayo de 2010

Sin bici no hay paraíso

Parte de: Ecología práctica - consejos ecológicos
Tags: bicicleta, transporte sostenible,
Actualizado: 27/04/2010
Disponible en: http://www.terra.org/sin-bici-no-hay-paraiso_2390.html


El paraíso es la realidad que imaginamos cuando nos interesa más compartir que gozar. Y la bici es este símbolo inequívoco de vivir en armonía desde la propia realidad amorosa por nuestro entorno.

Para descubrir la esencia de la bicicleta –esta máquina para la libertad, que permite viajar por el mundo, grande o pequeño, además de trabajar o sentir por lo local y lo global– os proponemos un pequeño viaje en cinco estaciones: la bici, retrato del alma; el infierno sin bici; el paraíso con bici; soluciones en el paraíso y vivir en paz en el paraíso.

La bici retrato del alma

El alma de una bici son los bujes donde se sustentan las ruedas que seguirán el impulso entregado por el corazón y la mejor de las energías humanas, para un experiencia en tiempo lento sobre la tierra.

Tiempo para imaginar que en nuestra alma puedan cabalgar decisiones por un mundo mejor, renovable y sostenible. Porque todo está conectado y esto es lo que nos trasmite el cielo del astro Rey y del dios Eolo que mecen la bicicleta.

La bici transmite fuerza suficiente para lavar nuestros pecados de excesos y destrucción para con ella atender necesidades básicas sin dañar el entorno, porque pedaleo a pedaleo incluso la más sucia de nuestras ropas se limpia.

Máquina trabajadora capaz de montar todo tipo de ingenios para limar el egoísmo y convertirlo en dulce néctar que nos permita a su vez alimentar nuestro mejor tempo y poder saciar nuestra voluntad por ofrecer lo mejor de lo humano.

La bici, máquina humana para la libertad.

Incluso para aquellas personas que van perdiendo fuerza, porque la bicicleta también puede ser una muleta móvil porque en su alma está la voluntad de llevarnos sin distinción de corpulencia gracias a los motorcillos eléctricos en los ejes.

Aunque no podemos olvidar que la bicicleta es incluso más eficaz que andar y que nos permite consumir hasta 7 veces menos de energía por kilómetro recorrido que correr Y es que la ciencia de la bicicleta nos demuestra de forma contundente que nunca el ingenio humano creo una máquina más eficiente y respetuosa…

para soñar nuevas experiencias en las que las nubes no ennegrezcan y el aire siga impoluto para nosotros y las futuras generaciones… para que sigan viendo el sol...

para que en familia sean felices mientras gozan del pedaleo; por qué rodar a la velocidad de las mariposas es el mejor ejemplo que podemos dar a nuestros hijos/as y el testimonio de que la vida es bella cuando se vive en armonía.

Armonía que no está reñida con la diversión, montados sin ropajes ni pudor; sobre los pedales compartimos los anhelos comunes, en grupo, en sociedad, ya que es en el compartir con los otros donde el concepto humano se hace adulto…

a la vez que se amplia en mil dimensiones para los más pequeños que aprenden de lo que ven y de ahí que una infancia ligada a la bicicleta es la que nos prepara para la adultez respetuosa por lo cósmico.

Es en la estela que dejan las dos ruedas donde se han escrito algunas de nuestras mejores experiencias, donde en el camino se hace visible el trabajo esculpiendo la tierra y donde en estas estelas dibujamos nuestra existencia más emotiva.

Las mejores sonrisas se consiguen siempre sobre pedales.

Máquina versátil en la que el arte puede viajar dejando un mensaje sonoro y vivo en la que la mejor sonrisa no es aquella que se dibuja en el rostro sino la que se reparte acompañada de un grácil pedaleo.

Máquina versátil para imaginar en lo más profundo de nuestros sentimientos la rueda de la vida que es a su vez la rueda de la fortuna siempre que no nos olvidemos del paraíso.

El infierno sin bici

En el infierno no hay bicis; reina la oscuridad de la indigestión del oro negro convertida en aparente tesoro envenenado del que nos hemos hecho adictos hasta llegar a aparcar nuestro vehículo celestial para dar paso a la riqueza efímera motorizada que acalla los sollozos de nuestra alma abandonada en un mar de asfalto.

En el infierno no hay bicis, sólo el pestilente humo de los autos que van minando la salud colectiva.

Un mar de asfalto y cemento esparcido por toda la tierra, que ha ennegrecido todos los paisajes sin distinción de escenarios, un mar que nos ha robado preciados bienes naturales a nuestra alma y a miles de seres de vivos que comparten nuestra única tierra.

Y todo por lanzarnos a la vorágine en la que sólo las explosiones a cuatro tiempos nos sitúan en el centro del mayor tsunami de la historia y que ha conseguido arrebatarnos nuestro más noble espíritu…

…que deambula entre pestilentes y ponzoñosos aires a la vez que carcomen toda posibilidad de curación … porque en la polución nos sentimos dueños de la creación aunque perdamos vidas humanas a raíz de cuarenta mil almas al año…

…pero a las que acompañaremos en paseo fúnebre mientras les cantamos la canción de amor con el acompañamiento del run-run de nuestros motores avanzando en santa peregrinación diaria asumiendo sin discusión el triste final que nos aguarda lejos de la Madre Tierra.

Imaginando, eso si, que nuestra capacidad tecnológica sabrá resolver o mejor dicho reconstruir un futuro del que sentirnos orgullosos en lugar de ver un futuro brillante del que tengamos que reconocer que nos hemos equivocado.

El paraíso con bici

En el paraíso solo se llega y se vive en bici y con un auto menos. Con bici y sin prisas, con bici y sin dolencias, con bici y emocionados, enamorados de la Paz.

En el paraíso sólo se llega con un auto menos. Campaña de GDL en bici (Guadalajara, México)

La Paz que hay que ganar a golpe de pedal, paso a paso, porque no hay más caminos que los que se trazan lentamente y nos permiten transitar saboreando nuestra esencia conectada al medio.

Para recorrer callejuelas, ramblas y paseos, avenidas y bulevares, por las que a ritmo de aleteo lepidóptero podemos descubrir nuestra más insigne herencia como usufructuarios de la Tierra.

Una Tierra, un hábitat edificado sobre las reglas de la economía solar, de cielos azules y limpios ambientes de calles sosegadas y viviendas autoproductoras de energía, de verdes entornos que nos reconecten…

…y permitan la vivencia ciudadana que no es otra que la de esforzarse para edificar la utopía, pedazo a pedazo sobre este asfalto vicioso que nos separa de la tierra y del que tendremos que desprendernos.

Porque los caminos veloces son de hierro y sobre raíles nuestras bicicletas pueden viajar por vastos territorios dándonos la oportunidad de descubrir la utopía que hay tras nuevos horizontes sobre una tierra en simbiótica relación con la Madre Tierra.

Una utopía que empezó hace poco más de un siglo y que no ha cesado de ponernos soluciones frente a la codicia. Porque detrás de cada bicicleta subyace el alma gemela de lo que somos cada uno. Cada bicicleta nos permite nuestras mejores labores sin huella, sobre un planeta finito en recursos pero infinito en oportunidades para amar sobre pedales…

…pedales elegantes para ofrecer belleza al paraíso, para sentir las caricias del aire contento, para citas románicas, para satisfacer los sueños alquímicos que hay que poder transmitir a las futuras generaciones…

Una bicicleta para cada necesidad es la filosofía de las Fetama Watermelon de Espaibici.

…pedales briosos porque hay caminos para todos los destinos, para los cotidianos y conocidos, pero también para los desconocidos de la aventura de la solidaridad con la extenuación que sólo proporcionan los sueños…

…pedales sin distinción de género, para ellas que buscan la complicidad del amante, para ellos que buscan la tranquilidad en la relación, para ambos, en compañía, para rodar estables, seguros y ágiles como sólo el diseño clásico puede ofrecer…

…pedales plegables para compartir espacios mínimos, para que nos acompañen hasta nuestros aposentos, para que nos lleven hacia los más recónditos paisajes de nuestra alma, para que seamos capaces de imaginar nuevos hitos de sensatez.

Una bici es algo más que un amasijo de hierro y caucho entre las piernas. Mucho más. Que no es sólo una máquina para correr y que como máquina nos exige usarla con cuidado para que no dañe nuestro cuerpo y proteja nuestro corazón:

Cómo el pedaleo sin punto muerto de Rotor, este invento español que nos permite visionar que otro pedaleo es posible y que algún día todas las bicis pedaleen con Rotor; por que hacer rendir un 16 % más nuestra fuerza, pero sobretodo porque cuida nuestra musculatura, hace más rítmico nuestro pedaleo, hace que parezca que pedaleando nademos sobre la tierra.

Con sillines que no aplastan nuestras partes más íntimas y sensibles. Que no revoltean el escroto y sus posesiones ni pellizcan los labios vulgares sin compasión. Sillines que con o sin próstata protegen la Vida y permiten hacer el amor después del pedaleo duro. Eso y mucho más es el sillín Duopower, que por cierto es también español.

Con sistemas de multiplicación de fuerzas como hacen los cambios internos, de forma progresiva, sin mantenimiento y siempre con total seguridad, para arrancar con el mejor pie, con la mejor marcha y protegiendo como ningún sistema de propulsión nuestra musculatura.

Con luz propia a fuerza de pedales; iluminación renovable con energía humana salida del propio movimiento del buje de la rueda o electricidad verde generada a cada pedalada a razón de un mínimo de 70 W.

Tecnologías todas ellas saludables para no ir desnudos montados en nuestra bicicleta y hacerlo con elegancia ergonómica… que para pedalear no hay que fregar el pie con el suelo y es que cuando más arqueamos nuestras piernas sobre la bici más sufren nuestras carnes…

… que la primera regla para subirse a una bici es que la pierna cuando alcanza la parte baja del pedal debe estar bien estirada y que para cuando uno se detiene basta con inclinarse ligeramente y acariciar en la distancia la propia sombra que nunca va sola.

Luces y sombras las hay por todas partes en este planeta soleado. Pero son más las luces que iluminan a la bicicleta. Por que con la bicicleta podemos imaginar las más insólitas de las posibilidades trasteando lo que humanamente no sería posible, con:

…triciclos de carga delantera, estables que nos hacen conscientes de lo que llevamos y empujamos; triciclos de carga trasera, ágiles, sin límites de posibilidades más que las que nos impongan nuestras fuerzas.

…bicicletas con remolques para que cuando no haya carga que acarrear nos permita simplemente pedalear a pierna suelta o bicis con portaequipajes extras para los que no pueden dejar la bici para nada…

…soluciones para transportar nuestros pequeños, con elegancia, con la vista al frente para ellos, con el paisaje por compañero, o con carritos que nos permiten llevarlos de paseo ya sea pedaleando o andando…

…soluciones ingeniosas de tres en uno o de uno en tres en las que vencer limitaciones de espacio, de funcionalidad de deseos, para que cada cual, grandes y pequeños tengan su propio vehículo en el paraíso…

… bicicletas para el amor más profundo, aquel en el que incluso pedaleando se puede seguir filosofando sobre la vida sin detenerse o para que los que están ciegos puedan ver a través de los pedales…

…bicicletas para nuevas emociones, para tensar la musculatura hasta arquear la columna vertebral cual arco y lanzarse como una flecha cruzando el universo a la velocidad en la que el viento se funde con el pedaleo…

…bicicletas para uso público, pensadas para la ciudadanía libre, para personas sin carne, que no precisa convertirse en un anuncio rodante de una multinacional y que no nos cuestan en mantenimiento tres mil euros al año…

…bicicletas para nostálgicos, para recuperar la historia de la única herramienta que los dioses nos dieron para vivir en Paz en el paraíso.

Vivir en Paz en el paraíso

Una bici puede llevar todo el bagaje de una vida destinada a repartir felicidad por el mundo, ya sea lejano (caso del Biciclown y su vuelta al planeta en 10 años) o por el mundo cotidiano convirtiendo cada recorrido en un espacio para ser más generosos y dulces con nuestros semejantes y con nuestro entorno. Que nuestros recorridos pedaleando pueden ser acompañados de complementos que nos permitan gozar en todas las dimensiones que ofrece la bicicleta.

Sabiendo y comprendiendo que ante todo una bici es una máquina y que debemos adaptarnos a ella, no al contrario y por tanto, debemos ser estrictos en la regla de las “E”: ergonomía para la salud de nuestro cuerpo, eficiencia para ir más lejos no sólo en distancia sino en emociones y energía para iluminar los caminos recorridos cuando estos se nos oscurecen por falta de previsión.

Vestir nuestra bici con los mejores complementos nos permite llevar nuestros bártulos de forma más segura o eficaz, de poder dejar en posición de descanso cuando nos alejamos o proteger nuestra piel del barro de la vida.

Pongamos los mejores complementos a nuestra querida bici.

Conservar la propia máquina es una condición ética de respeto a nuestra propia identidad como familiares de todas las personas que escriben a diario con ingenio la evolución de la bici. Conservar es prevenir el desgaste de los elementos rodantes y atornillados y eso se planifica para mayor seguridad.

Seguridad no es sólo una norma con la que aplicarse. Cada elemento complementario debemos valorarlo no tanto por su utilidad sino por la seguridad que nos aporta. Una cuerda atada al chasis puede tirar de un carro. Pero un carro desenganchado mientras rodamos puede segar una vida inocente. ¿Vamos en bici seguros de lo que tenemos entre las piernas?

En el paraíso, la seguridad no es una condición del mismo y las bicis son un anzuelo apetitoso para que sean substraídas sin permiso de su alma conectada. Mientras no alcancemos un sentido ético y moral más alto debemos proteger las bicis con una buena ancla y otros elementos.

En el paraíso, la seguridad también es la del entorno. Espacios comunes para el reposo de nuestros pedales, etiquetas para facilitar la identidad entre la multitud, rediles donde sentirse acompañados. No somos una multitud de pedales sino seres libres que gustan de la hermandad del pedal.

Tenemos que aprender el arte de trabajar con al energía de los pedales.


Una hermandad dispuesta a trabajar de múltiples formas con bici y con energía por que en el paraíso, la bicicleta no es más que una palabra en el gran poema de la Historia de la Humanidad. Una palabra escurridiza, ingeniosa, ecológica; una imagen de la sensatez para mejorar nuestra movilidad, de forma sostenible y emocionante; una metáfora del propio crecimiento personal y como especie en armonía cósmica.

Sin bici, no hay paraíso. Nuestro paraíso terrenal empieza donde acaban nuestros humos… Feliz pedaleo.

Este texto, elaborado por Jordi Miralles, pertenece a las imágenes que ilustraron la conferencia impartida por el autor en el ciclo En-Bicíate dentro del certamen Cosmopoética 2010 celebrado en Córdoba (5 -7 de abril). La visión poética que ofrece sobre la bicicleta se complementa con lo que casi parece el índice de un tratado de ciclismo básico. El interés que despertó ha impulsado su reproducción impresa. Fotos: Fundación Tierra salvo que se indique lo contrario.

jueves, 22 de abril de 2010

El Día sin Carro, un espacio de tranquilidad y buen descanso.

Por Jorge Iván Ballesteros Toro (22-Abr-10).

Cada año se lleva a cabo en varias ciudades del mundo las jornadas de Día Sin Carro como un espacio de construcción de ciudad, fundamentado en la sensibilización ciudadana. Cada espacio territorial ubica condiciones y regula de acuerdo a sus necesidades prioritarias. El Concejo de Medellín mediante Acuerdo 21 de 2008 institucionalizó el día social y ambiental Sin Carro en Medellín, para lo cual estableció que se llevaría cada año el 22 de abril como un homenaje al Día de la Tierra.

Este acuerdo municipal se propuso los siguientes objetivos: disminuir en los niveles de contaminación ambiental producida por ruido y gases contaminantes emitidos por vehículos automotores; reducir el índice de accidentalidad vial en la ciudad; contribuir con el mejoramiento de la movilidad del transporte público; sensibilizar a la ciudadanía sobre la problemática asociada con el reducido uso del transporte público; promover alternativas de desplazamiento particular y masivo menos traumáticas para el ambiente; generar pedagogía social en torno a la protección del medio ambiente, el uso adecuado de los recursos naturales, la seguridad vial y la salud, como obligaciones fundamentales de corresponsabilidad ciudadana.

Lo anterior tiene sus consideraciones y observaciones, positivas y propositivas, pues esta jornada, que se lleva a cabo en más de mil ciudades el día 22 de septiembre desde el año 2000, y que para el caso de Bogotá se lleva el 1er miércoles de febrero de cada año por decisión de los ciudadanos mediante referendo, invita a meditar sobre las actuaciones del hombre y su relación con ese puntico azul -Carl Sagan-, ese que su diámetro Ecuatorial es de 12.756,5 km y cuyo diámetro Polar es de 12.713,7 km, ese que bautizaron "La Tierra". Del Día Sin Carro, quien resulta más agradecido por cada minuto, por cada espacio-tiempo de reflexión que exhala “uffff, ya estoy mamada, venga, venga, paren un momento, cojo aire”, es el geoide. Es como si el planeta se detuviera, inhalara, exhalara y gritara a los demás planetas y galaxias “que buen descanso”.

Para el caso de Medellín decimos que es el Día Sin Carro, es como sí preguntáramos ¿Cuantas horas tiene un día? 24 horas, o me equivoco; pues, la jornada inicia a las 6:00 hrs y finaliza a las 18:00 hrs, como quien dice “medio día”. Pero 12 horas, en el marco de 8.760 horas aproximadas que tiene un año, son suficientes para expresar, por medio de hábitos de vida saludables y cultura de la movilidad sostenible “se siente bien un Día Sin Carro, se siente tranquilo, que buen descanso”.

Nos podemos imaginar, y preguntar ¿Qué bueno sería que esta jornada de tranquilidad y aire limpio se repitiese constantemente? Y La Tierra dijo “Ciudadanos de Medellín y el Área Metropolitana, gracias por este día, nos vemos el otro año, o cuando ustedes me inviten”.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Una nota sobre la historia de la bicicleta: “mi historia en bici”.

Jorge Iván Ballesteros Toro
Miércoles, 03 de febrero de 2010

Cómo gomoso y apasionado por la bicicleta desde niño, he tenido el reflejo de esta máquina que navega a escala humana. La he utilizado para transportarme al trabajo, al estudio, visitar amigos, sentir el viento o aliviar asperezas; para salir de fin semana a la ciclovía y disfrutar de la gastronomía tradicional y descansar de la rutina de la semana, ver gente, personajes; para salir al campo de ciclomontañista con amigos y reír un rato, visitar compadres, descubrir lugares, bañar en un río; o montar la bici para salir de vacaciones por varios días descubriendo paisajes, conociendo gente, consumiendo alimentos típicos y bañando en cuanto charco se atraviese; o para navegar entre murallas, cielos y estrellas. Es la bici.

Durante mucho tiempo, horas, minutos y segundos, me he cuestionado ¿Qué significado tiene una máquina como la bicicleta para el hombre? ¿Quién invento esta máquina? ¿Qué hay detrás de una tecnología básica pero eficiente? Y sobre todo ¿Cuál es la historia de la bicicleta? Sí, cuál es la historia de la bicicleta, eso si realmente existiese una única historia de la bicicleta. Sí esta fuera cierta ¿Dónde está? ¿Quién la escribió? o ¿Por qué la escribió?.

Un momento, peguémonos un pedaleo o un piquecito: “ya vuelvo voy allí y ya regreso”, “le cambio llantas”, “que bonita que esta la niña”, “donde estuvo en ella que esta toda empantanada”, “échele aceite, lubríquela, esa es la vida de la bici”, “ya me ando 2 cuadros en una sola llanta”, “ya salto ese barranco”, “ya bajo por la escalas de la iglesia”, “me la trajo el niño dios”, “uff… me pegué una caída, unos rasponcitos ahí, no pasó nada”, y muchas, pero muchas más historias y recuerdos se pueden tejer. Ahí dejo las comillas para que las utilicen "¿Cuál es su historia en bici?”.

Quién invento la bici, o estaba muy volado, o estaba viendo más allá de lo evidente ¿Quién sabe? Lo cierto del caso, es que gracias a este invento el ser humano navega por la superficie de la tierra. No sé si devolverme en el tiempo y observar si fueron los egipcios, aztecas o chinos quienes hicieron los rudimentos de la bici. No sé si fue el celerífero de Mede de Sivrac consumiendo alucinógenos en Francia por allá en 1790, o la draisiana del conde alemán barón Kart von Drais en 1817 o los bocetos de Da Vinci ...? ¿Quién sabe?.

Quizá fue su desarrollo, que en el tiempo avizoró múltiples experimentos, descubrimientos e innovaciones. Maybach y Daimler en 1885 construyeron una motocicleta con base en la bicicleta. Los neumáticos Dunlop se pegaron a las ruedas de las bicicletas por allá en 1887. George Ferris en 1893, basando como principio inicial la rueda de la bici se inspiro para construir The Ferris Wheel, rueda de chicago o noria. Henry Ford en 1896 bautizó como cuadriciclo una máquina que estaba emplazada sobre 4 ruedas de bicicleta. Los hermanos Orville y Wilbur Wright fabricantes de bicicletas dieron los primeros saltos de la aviación en 1903. Son muchas historias para narrar ¿Quién sabe? …!!!


Sobre la historia de la bicicleta hay mucho que contar, muchos matices, tantos que, pecaría a priori si me atrevo a decir que fue Zutano y Fulano quienes inventaron la bicicleta, y que Mengano y Citano se inspiraron en la bicicleta y realizaron innovaciones que conllevaron al desarrollo de las máquinas del presente y otros que sobre la bici ven hacia el futuro.

La historia de la bicicleta es la historia de cada uno, es la historia que cada persona comparte en su bici, en su caballito de acero, es una historia de vida, es alegría, es libertad, es esfuerzo, es aire, es la historia de la bicicleta, “mi historia en bici”.

¿Cuál es su historia en bici? ...!!!

sombras