viernes, 25 de febrero de 2011

Pedal para vivirla

©jibt 2011


Tan solo pensar que la vida que se vive, durará muy poco, pero ese poco es tanto que se requiere mucho pedal para vivirla, para gozarla, para disfrutarla.

Por unos momentos, la ciudad se pone oscura, la lluvia invade las mentes invalidas y sesgadas por el mal clima, quizá mañana sea otro día, pero otro día para qué si el tiempo no se estabiliza.

La bici rueda por las calles húmedas, frías, cálidas a la mirada del paisaje, de los pitos y timbres, de la alegría de rodar para reivindicar que se existe, que se vive.

Cada uno aporta su semilla, cada una la protege, la cultiva, la cosecha. Mañana será otro día, con lluvia o sin lluvia, pero sí con la luz que cada día dice, vélib´.




jueves, 10 de febrero de 2011

¿Qué tan sustentable es la bicicleta como medio de transporte? Un estudio personal.


El viento

En la foto, mi fiel bicicleta verde. El Viento.

A comienzos del año 2009 no encontraba trabajo en ningún lado y como no tenía ganas de quedarme en mi casa viendo tele, decidí trabajar en lo que fuera y me puse a atender, hasta diciembre de 2009, un negocio en un centro comercial.

Como buen ciclista no lo pensé dos veces, agarré la bici, empecé a pedalear, y de pronto se me cruzó una idea: llevar un excel de distancias recorridas y ahorro en transporte público, no sólo por mi amor a las planillas de cálculo, sino para intentar demostrar un punto: no hay nada más sustentable que la bicicleta para moverse por la ciudad.

¿Y qué entiendo por sustentable? Etimológicamente sustentar viene de “sostener”, de conservar algo en su estado originario, así que me gusta pensar que de algún modo hablamos de un medio de transporte que permite mantener a la ciudad bien, sin tanta contaminación, y de paso, conservar en buen estado al cuerpo que nos aguanta todos los días. Pero hay otro sentido, y es que la bicicleta es el único medio de transporte que se paga a sí mismo. Ese era un punto que quería poner sobre la mesa.

Como les decía, empecé a pedalear. En mi vieja bicicleta verde ochentera, una pistera de una fidelidad impresionante, que salvo algunos pinchazos, no me dio mayores problemas. Algunos días salía de mi trabajo a medianoche, y era mi absoluta felicidad pedalear por las calles casi vacías de esta ciudad. Es una tontera, pero los ciclistas a veces le ponemos nombre a nuestras cletas; a la mía la llamo “viento”, y es que las pisteras son bólidos, el viento es lo único que siente la gente luego de que has pasado volando a su lado. En fin, pedaleaba cerca de Alcántara, veía a las prostitutas de noche, me reía pensando en cómo hacían detener a los autos, y bueno… un tipo en bici no debe parecer un buen negocio.

En invierno les prometo que Carabineros me acorralaba por las calles. En este país las fuerzas de la ley tienen dentro del perfil del “anarquista” una descripción bien simple: se movilizan en bicicleta. Imagínense a un servidor pedaleando con pasamontañas -y casco- cerca de las calles donde vive la presidenta Bachelet. Debo haber aterrado a más de algún Carabinero de turno.

Son recuerdos ya, la cosa es que a mediados de año las rodillas comenzaron a doler mucho, mi novia compró para mi cumpleaños unos pedales y zapatillas automáticos, los que fueron la solución inmediata a ese problema (como podrán ver en el gráfico a continuación). Me caí tres veces aprendiendo, y luego no me los saqué más. Aprendí a optimizar todo, amarré con pulpos un bolso a la parrilla, descubrí que mucha gente que trabaja en restaurantes y sale tarde se mueve en bicicleta, y es que claro, esperar la micro de noche es realmente una lata. A veces tuve que invertir plata en arreglos o pinchazos, todo eso también quedó consignado en estas planillas de cálculos, me costaba mucho al comienzo cambiar cámaras de pistera -las de aro 26 no tengo ningún problema- pero terminé descubriendo los errores, aprendí a regular bien los cambios, en fin, si ya sabía algo de reparación de bicicletas, terminé aprendiendo mucho más.

Pero vamos a los datos duros, a las cifras. ¿Cuánto puedes pedalear en un año? Es una buena pregunta, yo he ido a Lo Vásquez y he hecho Cicloturismo por el sur. Usando esta herramienta, el Gmaps Pedometer medí la distancia entre mi casa y mi destino: 7,8 kms aproximadamente, en total, ida y vuelta, 15 kilómetros al día.

distancias

Después del salto, más gráficos y más info.

Este primer cuadro (todo hecho en Google Docs) muestra las distancias recorridas cada mes; el mes que más pedaleé fue Octubre, con 345 kilómetros, el promedio por mes es de 239,5 kilómetros. En total el 2009 anduve en bicicleta 2.870 kilómetros, como ir de Arica a Villarrica, más o menos.

Dos cosas que me gustaría notar de este gráfico: lo primero es una cosa que me decía mi amigo Jaime -también ciclista, pero además arquitecto- y es que en esta ciudad realmente no llueve demasiado. En serio, caen algunas gotas pero pronto deja de llover. Sólo en una oportunidad me tocó pedalear con lluvia y les cuento que fue bastante… agradable. Raro, pero cierto. En el cuadro de distancias pueden notar que Julio tiene 301 kilómetros recorridos. Agosto, 235. Esos fueron los meses más lluviosos. Me pasó algo cuando comenzó el invierno: estaba toda la paranoia por la gripe AH1N1, y un día me fui en micro. El tipo de al lado mío iba tosiendo demasiado, era asqueroso. Otro amigo me decía que dejó de resfriarse cuando dejó de usar el transporte público. Y puede ser verdad, toda esa gente en un espacio reducido es un caldo de cultivo para gripes y demases. Pedalear en invierno no es nada especial: yo andaba con una polera dry-fit -a veces una camiseta para no dejar salir el calor- y después una parka. Listo. No usé guantes, no considero que haga tanto frío como para eso, y siempre me cubría la garganta y cuello con un polar de lana. Como pueden notar en el gráfico, al llegar la primavera, los kilómetros recorridos también aumentaron. Desde Junio, cuando compré los pedales y zapatillas automáticos, en general anduve más en bicicleta. En Septiembre hay una baja porque estuve casi dos semanas fuera del país, así que no vale, pero igual hay que consignarlo porque afecta la estadística.

Vamos a otro gráfico: ¿cuánto ahorras andando en bicicleta?

ahorro_en_pesos

Como pueden ver, es bien variable, pero claro que va en directa relación con los kilómetros recorridos. El promedio es de $13.000 al mes, en dinero que dejas de usar en Bus y Metro, contando los transbordos que a veces te cobra el Metro en la tarde. Son $156.000 en total, en Febrero sólo dejé de gastar $7.200 y en Octubre fueron $18.000. Pero no es el “ahorro” lo más valioso, al menos para mí es el no tener que subirme al transporte público, las pocas veces que descubrí alguna rueda pinchada antes de salir, me dieron ganas de agarrar a patadas todo. Lo que más detesto del trasporte público es simplemente… esperar. Esperar el Bus, esperar el Metro. Me gusta porque puedo ir leyendo, pero tomar la bici y empezar a andar, es impagable.

Pero ese gráfico sólo es medio tramposo, porque no todo en la vida son ahorros; también la bicicleta significa gastos, y un “estudio” (me perdonarán los estadistas, pero este es un estudio “de blog”, no una monografía para el ministerio de trasportes), en fin, un estudio no estaría completo sin contar los gastos que a veces representa la bici. En general los arreglos son bien baratos: veamos.

ahorro_v_s_gastos

Lo primero que podemos notar de ese gráfico es que el primer mes que tuve que invertir algo fue en Junio, fue también el único mes en que los gastos superan a los ahorros, eso tiene sentido porque llevaba más de seis meses (contando lo del 2008) sin cambiar forros ni cámaras. Una explicación breve: me cargan estas “mantenciones generales” que hacen los talleres, desconfío plenamente de ellas y prefiero pasar una tarde a solas con mi bicicleta y la radio sonando, que dejarla en algún lado con alguien a quien no le interesa. De hecho tuve una pésima experiencia en un taller de Ñuñoa, al que solía llamar el “2×1″, porque cada vez que ibas te entregaban algo malo: si ibas un martes tenías que volver un jueves. A la tercera vez no volví más: me entregaron los bloqueos de la rueda trasera abierta, casi me descresto, todo porque ese taller de bicicletas parecía más bien taller de autos. Entonces descubrí un taller en el piso -1 del Mall Parque Arauco, un taller súper bueno que no me dio ningún problema y que les recomiendo si andan por el sector, de hecho no es para nada caro, como podría pensarse de un local de ese centro comercial. Les dejo el teléfono por si les interesa: 202.09.36.

En fin, en Junio invertí mucha plata, $14.900 por cambiar ambas cámaras y ambas llantas, otra cosa que hice en Julio ($3.500) fue arreglar los rayos de las dos ruedas. Cada arreglo de cámara me salía unos $3.500 aprox, (las cámaras de pistera son más caras, si las compras en San Diego te sale cada una $2.500 más o menos). Yo suelo parchar las cámaras pero no por una razón de economía, sino por evitar crear más basura de la necesaria, si existen los parches y si puedes parchar una cámara en vez de botarla a la basura, bueno… hazlo. Es bastante razonable. De hecho llevo meses andando con una cámara parchada por mí mismo, y parte de estos gastos, si se fijan en Noviembre, alcanzan los $7.500, esas son dos cámaras nuevas que tengo que mi casa todavía en caso de que las necesite.

El promedio de gastos por mes es bajísimo: $7.700 si contamos sólo los seis meses en que hubo gastos, y si contamos todos los meses el promedio es de $3.895.

Eso significa que el ahorro total, descontando gastos, es de $109.260

¿A qué va todo esto? ¿Saben cuánto costó mi bicicleta? La conseguí usada enMercadoLibre, se la compré a un tipo que la tenía guardada juntando polvo por$65.000. Es decir que la bicicleta debe ser el único medio de transporte que se paga con creces en un año. No sé cifras de motos o de autos, pero entiendo que los gastos aumentan mucho, ya sea por bencina o repuestos. Si quieren sumar otro beneficio, pueden contar que perdí casi 20 kilos en todo el año; andar en bici debe ser la única dieta que te permite comer comida rápida cuantas veces quieras a la semana. A mi me da lo mismo estar más flaco o gordo, pero la gente me lo hace notar. Y uno se siente en mejor estado físico, eso es innegable.

Ya no trabajo más en un Mall, he vuelto al ruedo audiovisual, pero tengo claro cómo seguir moviéndome por la ciudad, a ver si el próximo año podemos tener otro estudio como éste y hacer gráficos comparativos entre dos años, sería interesante. Bueno, cualquier opinión o aporte, como siempre se agradece, y un saludo a todos quienes pedalean por las calles de esta ciudad.

Disponible en: http://www.raveau.cl/bicicletas/%C2%BFque-tan-sustentable-es-la-bicicleta-como-medio-de-transporte-un-estudio-personal/#comment-33915


martes, 8 de febrero de 2011

La Crisis ...!!!


El urbanismo está gobernado por la necesidad de facilitar el acceso a los aeropuertos, a las estaciones terminales y a los grandes ejes viales. La facilidad de acceso es el imperativo número uno, como si el equilibrio de la ciudad reposara en sus contrapesos exteriores.

La ciudad se descentra como se descentran las viviendas y los hogares con la televisión y el ordenador y como se descentrarán los individuos cuando los móviles sean además ordenadores y televisores.

Lo urbano se extiende por todas partes, pero hemos perdido la ciudad y al mismo tiempo nos perdemos de vista nosotros mismos.

Ante este panorama, es posible que a la bicicleta le corresponda un papel determinante: ayudar a los seres humanos a recobrar la conciencia de sí mismos y de los lugares que habitan invirtiendo, en lo que corresponde a cada uno, el movimiento que proyecta a las ciudades fuera de sí mismas.

Necesitamos la bicicleta para ensimismarnos en nosotros mismos y volver a centrarnos en los lugares en que vivimos.

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Texto extraído del capítulo La Crisis, del libro Elogio de la Bicicleta de Marc Eugé (2008).




sombras