Por: Jorge Iván Ballesteros
Toro
Desde hace unas semanas atrás,
adquirí una bici plegable Dahon Speed 8. Ahí poco a poco la estoy pagando, pero
al mismo tiempo la estoy librando con los viajes realizados. Desde ese día que
salí del almacén la estrene en la SiCLeada “El Ajedrez”. La vaina de un sueño
se fue haciendo realidad.
Reconozco que tener varias
bicis es como algo de consumo, pero a su vez, es algo de ese interés por
indagar sobre las bicis y su tipología. Por ejemplo, con la bici de montaña
viajo y exploro sitios como senderos y hasta el mismo Chocó. Con la fixie subo
la adrenalina al 100% en las calles de la urbe, es una sensación sin igual,
además la fixie es diseño, color y personalidad. Con la plegable ha sido la
exploración de integración con otros medios de transporte, algo que se puede
denominar accesibilidad.
Como describirlo, vamos
rayando. Salgo en la bici, llego a una oficina, me miran extraño y dicen “vos
no podes ingresar con esa bici”, de inmediato la pliego y la persona queda como
impresionada y en unos segundos dice “volve ha hacer eso, como es, que bici tan
bacana”, al momento me dice “dale, ingrese tranquilo, no hay problema”. Cambio
de un gesto agresivo a uno alegre, pasivo, por eso la bici es alegría y
libertad.
Un día de turismo con
un parcero Mexicano, él en su Brompton y yo en mi Dahon, dimos vueltas y
vueltas por Medellín, Itagüí, Sabaneta y Envigado y por último plegamos y fuimos
para el Metro. Algo innovador para la gente alrededor, lo cierto fue que
subimos las bicis al Metro, luego al Metro Cable y terminamos de vuelta en
Parque Arví. De regreso nos bajamos en la estación Santo Domingo, plegamos las
bicis y descendimos en ellas por la comuna 1 y 2 hasta la estación Acevedo.
Pliego, subo y disfruto, que más le pide uno a la vida cuando la bici brinda
alegría y libertad.
Ya van varios retos de la
plegable que se han abordado cómodamente. Cuando llego al trabajo pliego, subo
unas escaleras y guardo la bici bajo el escritorio. Voy a una reunión, pliego e
ingreso. Voy a comer, pliego, ubico al lado de la mesa y como tranquilamente.
El último reto fue una buena integración. Salí de mi casa hasta el terminal de transportes del norte,
pliego la bici y la subo a una van con rumbo a Andes (Antioquia, Colombia), me
bajo 5 kms antes del casco urbano en la sede de la Universidad de Antioquia –UdeA-,
asisto a unas sesiones de trabajo y luego pliego y voy para el hotel. Al momento
organizo las cosas, pliego y regreso a la UdeA, después regreso a descansar.
Amanece y regreso a clase, horas después me recoge una van con rumbo a
Medellín, me bajo en Monterrey, pliego la bici y llego a mi casa.
Por todo esto, creo que la
bici plegable es una bici con una tipología especial que permite la integración
y accesibilidad. Tiene sus cosas, cuando la pliegas entre personas te quedan
mirando como si fueras un objeto extraño, pero nada, vas en tu bici, viajas,
disfrutas, gozas, conoces y lo mejor es que sientes realmente que en bici la
vida es más alegre, Vélib´.
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En el Foro de Seguridad Vial en Plaza Mayor |
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En la van de viaje para Andes |
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Parchados en Andes |